EL LADO OCULTO DE LA PANDEMIA: La mayoría de los trabajadores prefiere volver a la silla de su oficina.
La gran mayoría de los trabajadores de Home Office ya está sufriendo los efectos de pasar más de 8 horas diarias sentados en sillas inapropiadas. Para enterarte de la radiografía completa, seguí leyendo…
Una dura realidad: la mayoría de los trabajadores volvería a utilizar la silla de su oficina presencial.
La mayoría de las familias no están preparadas para largas horas de trabajo de oficina en casa, por lo que después de trabajar desde casa durante unos meses, la salud de los trabajadores remotos comienza a resentirse.
Según una organización especializada en la temática, el 77% de los trabajadores remotos se sienten incómodos con las sillas de trabajo que usan en su casa. Es más, el 93% desearían volver a utilizar la silla que tenían en la oficina.
Este estudio también nos comenta que el 53% de los trabajadores remotos pueden darse el placer de operar desde un espacio independiente de la casa (ej: una oficina propia), mientras que el restante 47% debe hacerlo desde un área compartida con los otros integrantes del hogar (principalmente la sala de estar o la cocina).
Las sillas de cocina o living pueden ser útiles para salir de un apuro, pero a la larga comprometerán nuestro bienestar corporal.
Si vamos a los problemas de salud más famosos que están padeciendo los trabajadores, debemos mencionar: la fatiga ocular y el síndrome del túnel carpiano causado por el ejercicio repetitivo, seguidos por los dolores de cintura y cuello debido a posturas incorrectas a la hora de sentarse en sillas y posiciones equivocadas.
El estudio previamente mencionado, también mostró que más del 60% de los trabajadores se quejó de dolor lumbar, el 17% de dolor en los músculos de brazos y piernas y el 45% informó que trabaja en posiciones dolorosas o que causan fatiga.
Cuidar nuestra postura de manera tal que nos resulte cómoda, hacer una pausa para caminar o realizar ejercicios de estiramiento son algunas de las rutinas que debemos adoptar si queremos que estos dolores no formen parte de nuestra vida.
Prácticamente la mitad de todos los trabajadores reportan que trabajan en posiciones incómodas.
¿Cómo debería funcionar una silla de oficina en casa?
No cabe duda de que lo más importante es tener un buen escritorio y una silla. La cual debe adaptarse adecuadamente a su usuario; para ello, debe estar equipada con:
- Rotación y regulación de altura.
- Un respaldo que permita adoptar una postura erguida y soportar todo el torso, especialmente la zona lumbar.
- Que la misma cuente una cierta curvatura en la parte inferior del respaldo que se adapte correctamente a la zona lumbar.
- Debe ser segura: una estrella de 5 puntos (con 5 ruedas) que mantenga la silla estable en todo momento.
- SYNCHRO: Las sillas Synchro son aquellas que permiten inclinar el asiento y trabarlo en donde se desee (es decir, que no pone en 90º automáticamente como la mayoría de las sillas de oficina), permitiéndonos tener una postura mas erguida o recostada, según lo que deseemos en el momento.
Tu nivel de productividad siempre va a depender de qué tan cómodo estés.
¿Qué pasa con los apoyabrazos?
Los apoyabrazos sirven para brindar apoyo y descanso al codo y antebrazo. Conviene que tengan su altura regulable así podemos adaptarlo a nuestro escritorio y además no contar con terminaciones poco gruesas u afiladas que nos generen incomodidad a largo plazo.
Hasta aquí hemos llegado con las sillas, pero ¿qué pasa con los escritorios?
El escritorio ideal…
Por otro lado, se recomienda que la mesa tenga unos 120 cm de largo aproximadamente. Para el 89% de los encuestados, el tamaño ideal de su escritorio es de entre 120 y 160 cm. El estudio mostró que también es importante que su superficie sea mate para evitar reflejos y lo suficientemente profunda para colocar nuestros materiales a lo largo de toda la mesa y que nos siga quedando espacio disponible para colocar los brazos tranquilamente; asegurándonos así una buena postura.