¿Escritorio desorganizado? Solucionalo en 5 pasos
Todos sabemos la incomodidad que nos puede generar trabajar en un escritorio desordenado. Y no es solamente malestar lo que genera, sino que también ha sido comprobado que una superficie de trabajo no ordenada limita tu poder de concentración y rendimiento a lo largo del día. Pero calma, en este blog te traemos 5 consejos para que puedas regresar al orden y desbloquear toda tu productividad.
1) Paso Previo Nº1: El Lugar
La primer medida que vamos realizar es colocar nuestro escritorio en un lugar que nos ponga de buena estima y nos incentive a mantenernos productivos; ese espacio indicado es: cerca de una ventana. El contar con una buena fuente de luz nos despertará más pronto por las mañanas y además nos mantendrá concentrados a lo largo del día.
Seguramente hayas tenido la experiencia de trabajar en ambientes cerrados, sin ventanas y habrás notado el impacto negativo que eso genera en tus niveles de energía y concentración. Esto se debe a que estamos hechos para recibir sol, por lo que la elección del lugar para nuestro escritorio es el primer gran paso para poder proseguir con lo que se viene a continuación..
1) Paso Previo Nº2: Color del ambiente
Otro aspecto importante es el color que elijamos para las paredes de nuestra oficina corporativa o personal. Si bien hay millares de colores y cada uno genera en nosotros sentimientos positivos y negativos; se recomienda optar por colores más claros, sobre todo si no disponemos de mucho espacio en nuestra oficina.
Estos tonos van a dar la impresión de “agrandar” nuestro espacio, lo que al fin y al cabo nos reducirá una buena cuota de stress, al no sentirnos tan “apretados” en nuestro ambiente. Además, se ha corroborado que los colores claros en los espacios de trabajo, hacen que sus usuarios se distraigan con mucha menor frecuencia.
Incluso, no solo debes concentrarte en el color, sino en el estilo de diseño que elijas para tu oficina. Nuevamente, si lo que deseás es darle prioridad a la concentración, la mejor decisión puede ser elegir muebles con estilo minimalista y evitar poner muchos souvenirs o elementos decorativos en nuestro escritorio para evitar distracciones y ayudarnos en la tarea de lograr los máximos niveles de rendimiento.
Como regla general, cuanto más decoremos con colores y elementos que hagan menos “ruido”, más fácil se nos va a hacer concentrarnos.
3) La regla de ORO del orden
Llegó la hora de presentar un concepto que una vez tomado el hábito, se hace muy difícil de dejar, más aún habiendo comprobado su eficiencia.
¿No vas a usar HOY esos papeles que tenés arriba de tu escritorio?: Guardalos en una cajonera, archivo o biblioteca; pero no dejes que permanezcan en tu superficie de trabajo.
Esta regla de oro no solo va a lograr que tu espacio se mantenga ordenado, sino que va a mantener tu vista relajada y enfocada en lo importante: tus objetivos. Probá esta regla durante sólo tres días para que puedas comprobar por vos mismo, el impacto positivo que genera en tu vida.
4) Organizar el hardware
Anteriormente, ya mencionamos la utilidad de contar con muebles de guardado, pero hay toda otra esfera de herramientas de organización que podemos adquirir para lograr el orden en nuestra oficina.
Por ejemplo, colocando bandejas y vértebras pasacables vamos a garantizar que todo el “cablerío” de nuestras herramientas tecnológicas permanezca oculto y hasta evite accidentes, ya que no van a estar ahí para generar potenciales tropiezos, entre otros.
A su vez, recomendamos invertir en un soporte para CPU/Gabinete que nos permita moverlo a gusto cuando deseemos limpiar el suelo del escritorio, llevando a un nivel superior la limpieza de nuestra estación de trabajo con una inversión no muy excesiva.
5) Continuar la limpieza desde tu computadora
La quinta medida que vamos a tomar es de comenzar de a poco a trabajar con más herramientas “en la nube”, y no tanto con las «físicas»; sin que nuestra productividad se vea afectada. Si todavía estás muy acostumbrado a usar el formato papel, no recomendamos hacer un cambio rotundo de hábitos, sino de comenzar poco a poco; empezando a guardar algunos archivos en almacenamientos virtuales y leyendo algunos documentos desde la computadora en lugar de imprimir todo.
Haciendo esto, generaremos menor cantidad de material que deberemos guardar posteriormente, ahorrándonos también una buena cuota de tiempo, mientras en conjunto cuidamos el medio ambiente.
Dicho esto, con todos estos consejos, ya estás listo para comenzar a poner orden en tu escritorio, trabajar mejor y terminar tus tareas más rápidamente.